Masaje Deep Tissue: relajación profunda
La relajación profunda que se logra con el masaje terapéutico y descontracturante Deep Tissue tiene muchos beneficios para la salud psicofísica.
La técnica que emplea este masaje se basa en un trabajo lento y perceptivo, que involucra todos los músculos y las estructuras articulares.
En pocas palabras es un estiramiento pasivo que crea espacio en el tejido y las articulaciones, y así llega a movilizar incluso las capas profundas.
Relajación profunda: todas las ventajas de un masaje
¿Tienes una sensación de rigidez en el cuello y en los hombros?
¿Tienes dolor y tensión en la espalda, en el área lumbar o en las extremidades inferiores?
Libera tu cuerpo de las adherencias de los tejidos y mejora la circulación sanguínea y linfática, con beneficios para la nutrición de los tejidos y la consiguiente purificación de las toxinas acumuladas en el cuerpo.

Recupera el sentido de ti mismo y de tu cuerpo
La relajación profunda que se logra con este tratamiento deriva del trabajo en los puntos de tensión que causan dolores reflejados incluso en áreas distantes de la fuente causal.
Este técnica es muy eficaz en el nivel músculo-articular, en términos de descontracturación, reactivación de la circulación y movilidad de los tejidos.
De hecho se trata de un trabajo global en el sentido de que opera en todos los niveles, desde el linfático hasta el profundo, desde el cardiovascular hasta el nervioso, desde el respiratorio al visceral.
Realineamiento postural y estructural: espalda más recta y sana
Gracias al manejo del cuerpo Deep Tissue se restablece el movimiento correcto y incluso se corrige la postura. De hecho actuamos sobre la respiración, las articulaciones y la columna mejorando el equilibrio y propiocepción, la coordinación y resistencia. Así los músculos se alargan y se fortalecen, produciendo un bienestar generalizado.
¿Cómo hacemos este masaje?
El tratamiento consiste en maniobras realizadas con firmeza pero con un toque constante y delicado, para facilitar la disolución de las contracturas sin causar molestias o dolor. El aflojamiento de los «nudos» que se forman a la altura del tejido conectivo permite restaurar la circulación sanguínea fisiológica, promover una mayor elasticidad y reducir los estados inflamatorios en los músculos.
Se usan los dedos, los nudillos, las palmas, los codos y los antebrazos para alcanzar y actuar eficazmente sobre las capas musculares.